Go Back
El tercer brazo

Crema de papaya

Raciones: 4 raciones
Plato: Acompañamiento

Ingredientes
  

  • 180 grs cebolla
  • 40 grs aceite de oliva virgen extra
  • 500 grs papaya
  • 1 zumo de una naranja
  • 1 zumo de un limón
  • 3 cda harina integral de avena
  • 1 trozo  jengibre fresco pelado 2 cm de espesor aproximadamente
  • 1 puñado hojas frescas de cilantro  Si lo queremos retirar al final, usaremos cilantro en rama. Debemos guardar un poco de hojas frescas para picar para la decoración
  • 300 grs leche de avena
  • 1/2 cda tamaño café de cúrcuma
  • 1 Nuez moscada recién rallada
  • Pimienta negra recién molida
  • Sal

Preparación
 

  1. Pelamos y picamos la cebolla, que quede en trozos pequeñitos y por otro lado pelamos la papaya, retiramos las semillas y cortamos a dados.
  2. En una cacerola, a fuego muy lento, sofreímos la cebolla hasta que empiece a estar blandita. Seguidamente, agregamos los cubos de papaya, los zumos de naranja y limón y el jengibre troceado. Mezclamos y cocemos en el mismo fuego lento, removiendo de vez en cuando, durante unos 8 minutos.
  3. Pasamos por la batidora el preparado anterior. Incorporamos las 3 cucharadas de harina integral de avena y vamos añadiendo la leche, removiendo constantemente hasta la completa integración de todos los ingredientes (deberá quedar como un puré, pero podemos hacerla más espesa o menos, jugando con la cantidad de leche a añadir).
  4. Añadimos el cilantro (si lo ponemos en hojas, deberemos volver a pasar la batidora más tarde; si lo queremos retirar luego, lo pondremos en rama), una cucharadita de sal, nuez moscada y pimienta negra.Continuamos removiendo durante unos 5 minutos aproximadamente a fuego mínimo, mientras termina de cocer todo junto. Pasamos de nuevo la batidora o retiramos el cilantro.
  5. Rectificamos de condimentos, según nuestro gusto. Una vez conseguido el toque concreto de sabor, retiramos del fuego y servimos decorando con cilantro fresco picado espolvoreado por la superficie de la crema.
  6. Nota: Puede conservarse en el frigorífico y calentar para servir, si se desea, ya que se puede tomar tanto fría como caliente. En cuanto al espesor, si se desea más ligera, basta con añadir un poco más de líquido (admite más leche de avena, o simplemente agua o caldo vegetal…)