Poner durante una noche los frutos secos en remojo. Antes de preparar la tarta, enjuagarlos y tirar el agua.
Poner en remojo durante una hora las frutas pasas y también, en otro recipiente, los arándanos deshidratados.
Cortar finamente las fresas, el mango (y las cerezas si las usas). Cuanto más finas las lonchas, mejor y reservar.
Triturar en la picadora los frutos secos y las frutas pasas escurridas, incluyendo un puñado de los arándanos escurridos. Mezclar bien y añadir un poco de sirope de ágave (sólo para muy golosos, porque la mezcla queda dulce gracias a los azúcares de las frutas pasas)
Con un pincel barnizar un molde mediano desmoldable con un poco de aceite de girasol. Extender la mezcla triturada bien aplastada para que quede una base compacta.
A continuación vamos colocando sobre esa base la fruta por capas, haciendo círculos desde el borde del molde hasta el centro. Comenzamos con el mango, la segunda capa de fresas y algunos arándanos, la tercera capa de mango y la última capa de fresas y arándanos.
Reservar en el frigorífico. Entre tanto, poner al fuego el agar-agar con el agua y añadir a la mezcla un buen chorro de sirope de ágave para que la gelatina no quede sosa. También se puede usar zumo natural de frutas rojas, lo que le dará más sabor.A los 8 minutos, apagar el fuego y dejar templar.
Para finalizar, cubrir la fruta con la gelatina líquida, esperar a que se enfríe y meter en la nevera. ¡Buen provecho!