Los adultos con sobrepeso, sobre todo los de mediana edad, correrían más riesgo de desarrollar cáncer de colon que sus pares más delgados y el ejercicio puede reducir la incidencia de la enfermedad, especialmente entre las mujeres, indicó un estudio europeo.
Más de 120.000 adultos en Holanda de entre 55 y 69 años se sometieron a un seguimiento durante 16 años para el estudio, publicado en la American Journal of Epidemiology.
Durante ese tiempo, alrededor del 2 por ciento desarrolló cáncer colorrectal, tumores en el colon y/o en el recto, aunque la mayoría fueron diagnosticados con cáncer de colon.
El riesgo era un 25 por ciento mayor para los hombres que tenían un significativo sobrepeso u obesidad al principio, frente a los varones con un peso normal.
“El estudio ofrece más evidencias de que el exceso de grasa en el cuerpo contribuye a un mayor riesgo de cáncer de colon”, dijo la principal investigadora Laura Hughes, de la Universidad de Maastricht en Holanda.
Para los hombres, el tamaño de la cintura parecía más importante. Los varones con grandes vientres tenían un 63 por ciento más posibilidades de contraer cáncer colorrectal que los más delgados.
Entre las mujeres, sin embargo, una cintura de mayor tamaño solo estaba vinculada a un mayor riesgo de cáncer en las que también hacían poco ejercicio físico, definido como menos de 30 minutos de actividad al día.
Las mujeres con una talla “44″ de pantalones -alrededor de una 16 en Estados Unidos- que hacían poco ejercicio tenían un 83 por ciento más de riesgo de cáncer de colon que las que tenían una cintura menor y que hacían más de 90 minutos de ejercicio por día.
Varios estudios han relacionado la obesidad abdominal con otras dolencias, como la diabetes y enfermedades del corazón, y la grasa en el vientre parece estar particularmente relacionada con una inflamación crónica de bajo nivel del cuerpo, añadió Hughes. “Una de nuestras observaciones más interesantes es que la grasa abdominal se asociaba con el cáncer colorrectal en las mujeres sólo cuando se combinaba con bajos niveles de ejercicio”, dijo.
No está claro por qué puede ser, o qué patrones afectan sólo a las mujeres, añadió Hughes. El equilibrio calórico, es decir la proporción entre cuánta comida se ingiere y cuánto se quema con el ejercicio, puede ser importante. ”Las mujeres deberían centrarse en mantener un saludable estilo de vida más que prestar solo atención a lo que diga la balanza”, añadió Hughes.
Los factores de riesgo para la enfermedad colorrectal incluyen la edad, los antecedentes de enfermedad ulcerosa o enfermedad de Crohn, un historial familiar de cáncer, y el tabaco.
Algunos estudios también han relacionado las dietas ricas en grasa animal y bajas en frutas, verduras y fibra como un factor de riesgo. REUTERS