O Sel Ling, que en tibetano significa Lugar de Luz Clara, es el nombre que en 1982 el Dalai Lama puso a este centro centro de meditación, reflexión y descanso. Podríamos llamarlo el Tíbet alpujarreño, pues tienes la sensación de haberte trasladado a los templos de Lassa sin necesidad de cruzar medio mundo.
Desde este paraje se divisa el Barranco de Poqueira, la Sierra Lújar, el mar y el Rif de Marruecos en días claros.
Tras dejar el coche en la entrada del centro un sendero de piedrecitas nos va a guiar todo el camino (en subida).
Lo primero con que nos vamos a encontrar es con unas Ruedas de las Oraciones o plegarias, que son ruedas cilíndricas sagradas rellenas de miles de millones de mantras de la compasión, en la superficie exterior de la rueda se encuentra escrito el mantra om mani padme hum. El hacer girar dicha rueda tiene el mismo efecto meritorio que recitar los mantras. Más adelante encontramos un gran rueda de plegaria de extraordinaria belleza.
Siempre siguiendo el sendero marcado se halla una estupa, que simboliza el camino hacia la iluminación o la mente iluminada. La estupa está rellena de mantras, oraciones, textos, reliquias y estatuas de seres sagrados. Para obtener los beneficios de la estupa hay que circunvalarla en el sentido de las agujas del reloj. Esto crea una gran energía positiva y una enorme acumulación de méritos según el budismo.
Si seguimos ascendiendo nos encontramos una imagen del Buda de la medicina cuya mantra se recita para curar enfermedades.
«Tayata Om Bekandze Bekandze Maha Bekandze Radza Samudgate Soha»
Al final de la subida encontramos un estanque que alberga la estatua de la Tara Verde, la madre de la sabiduría, puesta allí a petición del Lama Zopa Rimpoché. La imagen descansa en una magnífica explanada de hierba desde donde se ve imponente el barranco del Poqueira.
He compartido la jornada con mis peques y mi pareja y para todos ha sido un día mágico. No os podéis imaginar la paz que hemos sentido todo el día. Deseo que esta paz ya no se vaya.