¿Qué sentí al correr mi primera media maratón? Un sueño hecho realidad y discurso feminista de una corredora

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  • ¿Qué sentí al correr mi primera media maratón?
Hace unos días (28 Abril, 18´) completaba mi primera media maratón, la elegida para el debut fue la Media Maratón Ciudad de Granada, que dicen que es la más bonita del mundo, pero también creo que la más dura por el desnivel acumulado. 
Un recorrido de 21 kilométros por las zonas más bonitas de Granada, incluyendo como  no podía ser de otra forma, la subida al Albayzín y  a la Alhambra. Sí Granada, es bonita, muy bonita.

En Marzo, un amigo runner (Nico) me convenció para apuntarme a un reto que hace 6 meses, cuando empecé a correr me parecía inabarcable, pero al final después de tanto hablarme de lo especial que es esta carrera decidí inscribirme, no sin antes tener mil y dudas sobre si sería capaz de completar el recorrido. De los «nuevos» del club de running, fuimos 5 los que nos «dejamos» convencer para correr esta distancia por primera vez.

Si no tenéis ganas de leer, aquí está el video resumen de ¿cómo viví mi primer medio maratón?

Cargada de ilusión y ganas de comerme el mundo, empecé a entrenar con más frecuencia de las dos salidas semanales habituales… fui alargando las tiradas, subiendo cuestas una y otra vez y haciendo algunas series, siempre bajo la supervisión del «jefe», nuestro entrenador del club de running (Manuel).  Los entrenamientos fueron la mayoría en compañía del grupo de running,  y de mi «coach» personal, el que me convenció para correr este reto y en ocasiones, yo sola para conocer las sensaciones de la carrera en solitario. Conforme iba entrenando me sentía más fuerte, más preparada para afrontar un reto tan duro, pero también os digo que hubo momentos en los que me planteaba «¿qué necesidad tengo yo de correr tanto?» «¿qué hago yo embarcada en esto si podría estar en mi casa jugando con mis niños?»  En esos momentos  de bajón, recordaba cuando hace 7 años se suponía que no iba a sobrevivir al cáncer, cuando se suponía que no podría correr por las metástasis pulmonares y óseas, cuando se suponía que no podría volver a ser madre… y pensaba, si todos esos obstáculos los has superado, si has tenido la capacidad de adaptarme a todas esas adversidades, como no vas a correr 21 kilómetros. Y así, vuelta a entrar con ganas de decirle al cáncer…. «Fuck you, I can do it».
Esta fue la tirada más larga…. en llano

El «coach»

Entrenando con mis compis de #inacuarunning
¿Es bonita Granada?
Poquito a poco fuimos conociendo el recorrido, aumentando el ritmo, alargando los kilómetros, disfrutando con la progresión… tan emocionados estábamos con el «reto media maratón» que decidimos diseñar una camiseta especial para correr ese día. Buscamos una camiseta que nos inspirara y Nico y Manuel hicieron el resto… crearon una camiseta bonita no, lo siguiente. Una camiseta verde esperanza, con dos hastag muy especiales:  #entrenatusueño  y #misrecetasanticancer. Una de las compis que corría por primera vez la media, es griega y en homenaje a ella pusimos las banderas de Grecia y España en la camiseta y el nombre de cada uno de nosotros en griego.
Todo iba sobre ruedas hasta que llegaron los días previos a la media y me entró el miedo escénico…. ¿seré capaz de llegar a la meta? ¿sufriré? ¿aguantarán mis piernas? ¿y mis pulmones? ¿me fallará la mente? Mucha incertidumbre, pero también mucha ilusión y  ganas de que llegase el gran día. Los días previos apenas corrí, pero si me di un buen masaje en las piernas y cree una lista de spotify a ritmo de reggaeton para ayudarme a subir tantas cuestas. Por si os inspira para correr, aquí tenéis mi lista para el running 
Tras el masaje en Paraíso Botánico (Granada)
Y por fin, llegó el gran día… un hormigueo recorría todo mi cuerpo, me sentía más temblorosa que la gelatina, deseosa de recoger el dorsal, de estar a pie de meta…. y ver que sucedía. Para mí, era un día muy importante y sabéis lo que se me ocurrió para ese día tan especial…. plantarme ¡¡unas trenzas!! Parecía que iba más de boda que a una carrera 🙂

Necesitaba inspiración y que mejor ejemplo que el de  Martín Fiz, maratoniano y ganador de muchos títulos deportivos y padrino de la prueba. Tuve la oportunidad de hablar con él, de contarle mis miedos, mi historia, desahogarme… y recibir los consejos de un veterano
Con Martín Fiz y Fermín Cacho
Pero realmente quien más me inspira a mí, es Pilar, la granadina de 78 años que participa en casi todas las carreras que se celebran en la zona. Selfie con mi Pilar y motivación a tope. Si ella podía, yo podía.
Recogiendo los dorsales. Odile, Sandra, Nico, Manuel y abajo Javier
Y bueno, por fin llegó el momento tan soñado. ¡Todo el equipo inacua juntos hacía la meta! Ahí si que empezaron a subir las endorfinas y la dopamina… estaba de subidón total, especialmente cuando ví a mi amiga Dulce esperándome con una pancarta!! Jajaja, me sentí como esos futbolistas millonarios a los que sus fans les reciben con una pancarta donde les hablan de hijos comunes deseados y tal. 
Con esa inyección de adrenalina nos colocamos en meta, tras salvar unos cuantos obstáculos (mal por la organización en este sentido, difícil entrar a los cajones, de hecho la salida se retraso por esto). Y aquí viví el gesto más solidario que he visto desde que empecé a correr. Cada uno de los «novatos» en correr una media, fuimos acompañados por un «veterano»… y eso no tiene precio. En mi caso corrí con Nico
INACUA RUNNING
En el cajón de salida se sentía la tensión, las ganas de que sonara el pistoletazo de salida… y a mí, desde ese momento se me dibujó una sonrisa mezcla de emoción y felicidad y que no pude abandonar hasta hace dos días… si el subidón me duró 72 horas post- media maratón.
Estuve todo el camino flotando en una nube de felicidad. ¡¡Me sentí poderosa, me sentía guerrera, empoderada, capaz de superar cualquier dificultad!!!
Y sonó el ansiado pistoletazo… salimos en la cola del pelotón, pero felices
Y así empezamos los primeros kilómetros…. 
Yo con mis sonrisa permanente, parecía una niña que va a abrir los regalos de Reyes
Primeras sensaciones muy positivas, controlando el ritmo, pudiendo hablar, reír y disfrutar del momento. Fui acompañada en todo momento por Nico que me iba diciendo, «ahora bebemos agua», «ahora más ahorramos fuerzas, ahora apretamos»…. «Radio Nico» sintonizada toda la carrera, en el otro oido mi lista motivacional de spotify… y así llegamos, sin apenas cuestas, al kilómetro 7, justo donde estaban esperándome mi familia, ellos son mis fans número …  mis padres, mi hermana y mi abuela de 88 años. La abuela se emocionó al verme, y rompió a llorar… y la menda aquí derramó las primeras lágrimas al abrazar a su abuela y pensar si en la siguiente edición esa mujer tan valiente volvería a estar ahí para animarme

Y poco a poco empezaron las subidas, a un ritmo tranquilo, con la confianza de saber que conocía el recorrido, fuimos avanzando y encarando la subida al Albayzin, una subida larga y prolongada, pero que estuvo amenizada por una charanga y multitud de espectadores lo que hizo que no fuese especialmente dura. Tuvimos tiempo de hacernos hasta algún selfie. Los 14 primeros kilómetros ya eran nuestros.

La Alhambra al fondo
Tras la subida, una buena bajada para reponer fuerzas, hidratarnos y seguir sonriendo y disfrutando. Era duro, no voy a negarlo, pero tenía tal subidón de endorfinas que parecía que tenía alas. No os imaginais el ambiente, la cantidad de gente apoyándonos, me crucé con conocidos, amigos y seguidores del blog que habían ido para darme ánimos y eso te da alas, sí o sí. Hasta despedidas de soltero/as dando animo. 
Y así encaramos la ultima subida, el repecho de Cuesta Gomerez, Bosque de la Alhambra y Puerta de la Justicia. Esta subida me costó un poco más, pero ahí llevaba a radio Nico sintonizada y dando aliento. 
Tras la subida ya solo nos quedaba bajar hasta meta, estábamos en el kilómetro 17… solo 5 para meta.   Ya empezaba a sentirme algo cansada, pero me topé con el «muro» de la media maratón en el 19, ya no quería correr más, mi mente me decía ¡párate!… le decía a Nico, ¿para qué me has convencido para venir a aquí? Me dieron ganas hasta de pegarle, sí, sí de golpearle…  imaginaos como estaba de hecha trizas mi mente en ese momento… el pobre que había ido a mi ritmo, cuando el podría haber hecho una carrera más rápida y conseguir un buen tiempo, que no paró todo el tiempo de animarme, que estaba pendiente de traerme agua, naranjas o toallas con agua… y yo quería ¡¡pegarle!! Ahí me di cuenta de como de negativa puede ser la mente, entré en un bucle de sufrimiento… no podía, no quería correr más… no me dolían las piernas, no tenía sensación de ahogo… solo quería dejar de correr. Hasta que dije basta, vas a llegar a meta, vas a hacerlo por tu cáncer, por tus hijos y por ti, «rendirse no es una opción». Y en esa tesitura mental andaba, cuando vi a mi hijo Nacho esperándome a 200 metros de la meta. Se unió para entrar juntos y en ese momento mi sonrisa cambió a unas lágrimas incontrolables de emoción. Cuando me diagnosticaron el cáncer, él tenía 3 años y pensé que quedaría huérfano y ahí estábamos 7 años después, siempre juntos.
De ahí a meta, llorera continua, emoción a raudales, satisfacción máxima, me sentía orgullosa de mí, de todo el equipo inacua, de todas las mujeres con cáncer, de todas las mujeres de mi familia que me antecedieron, de todas las mujeres que paren, de todas las diosas… no paraba de repetirme «si crees en los sueños, los sueños se hacen realidad». 
Ese borroso puño en alto dice…. soy una guerrera

Mi amiga Dulce que se saltó al guardia de seguridad, allí estaba con su pancarta para abrazarme


Y mi madre… siempre a mi lado

Lloré por todas las mujeres que a la largo de la historia han sido maltratadas, por todas las mujeres que han sido consideradas inferiores, por todas las mujeres que han aguantando siglos de machismo, por esas mujeres que no podían correr maratones hasta hace poco… y me sentí muy orgullosa que  de ser MUJER. Nosotras podemos, nosotras somos capaces de hacer realidad cualquier cosa que nos propongamos.

Y después de mi discurso feminista… mi tiempo ¡¡2h 09 tiempo oficial, 2:06 tiempo neto (tardamos 3 minutos en llegar al arco de meta), a un ritmo de 6:00!! Segunda clasificada de mi categoría y pequeño trofeo con la llave de la ciudad de Granada.

Tras cruzar la meta medalla de finisher, un trocito de metal que me supo a gloria, y por el que valió la pena todos los esfuerzos

Cuantos kilómetros para conseguir esta medalla
Con mi familia


Con entrenador y coach… os recomiendo que los contratéis para correr una carrera 🙂

¡¡Satisfecha, feliz, orgullosa y emocionada tras superar este nuevo reto en mi vida!! Ya sabéis querer, es poder. Todos esos que estéis pensando, ¿seré capaz de correr? Se puede, es cuestión de entrenar los sueños. Durante la quimio no podía ni dar un paseo sin fatigarme y mirad unos años después he completado una media maratón. ¿Cual será el próximo reto?


Ah… ¡¡las trenzas aguantaron todo el día!! Gracias Silvia



Dra. Odile Fernández. Médico de Familia, Superviviente de Cáncer. Autora del blog «Mis Recetas Anticáncer»

Mi blog: www.misrecetasanticancer.com

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