Falta de sol: una amenaza real para la salud pública, según científicos de todo el mundo
¿Sabías que la falta de exposición al sol ya es considerada un problema de salud pública global? Un estudio publicado en el International Journal of Environmental Research and Public Health lo deja claro: vivir lejos del sol puede aumentar el riesgo de múltiples enfermedades crónicas, entre ellas, cáncer, enfermedades cardiovasculares, autoinmunes y trastornos del estado de ánimo. lE trabajo, respaldado por 15 expertos internacionales en dermatología, oncología, inmunología y salud pública, reúne décadas de evidencia científica y lanza un mensaje claro: evitar el sol tiene consecuencias graves.
El sol es salud… cuando lo usamos con sentido
Durante años, los mensajes institucionales se han centrado en los riesgos del sol y el cáncer de piel. Pero este enfoque ha llevado al extremo opuesto: millones de personas viven con déficit crónico de vitamina D, lo que incrementa el riesgo de enfermedades graves.
Según este estudio, la falta de exposición al sol se asocia con un mayor riesgo de:
- Cánceres (mama, colon, próstata, linfoma)
- Enfermedades cardiovasculares
- Diabetes tipo 2
- Trastornos autoinmunes (esclerosis múltiple, artritis, enfermedad inflamatoria intestinal)
- Depresión y trastornos afectivos estacionales
- Fragilidad ósea, caídas y fracturas
- Mayor mortalidad global
Exposición solar y vitamina D: ¿por qué es tan importante?
El sol no solo broncea. Su luz es esencial para que nuestro cuerpo sintetice vitamina D, una hormona fundamental para:
- Regular el sistema inmunológico
- Prevenir la depresión
- Fortalecer huesos y músculos
- Mejorar el metabolismo
- Favorecer la prevención de cánceres como el de mama, colon o próstata
No es solo vitamina D: el sol activa muchas vías de salud
Aunque la vitamina D es un mediador esencial, el sol también activa la liberación de óxido nítrico, melatonina (precursora del sueño), serotonina (mejora del estado de ánimo) y betaendorfinas (efecto analgésico y placentero). Estos compuestos tienen efectos directos sobre la inflamación, la presión arterial, la inmunidad y el bienestar mental.
¿Qué está pasando actualmente con el sol?
Estamos viviendo una auténtica “epidemia de déficit de vitamina D”, y no por falta de suplementos, sino por falta de exposición solar real. Pasamos más del 90% de nuestro tiempo en interiores, con ventanas cerradas, luz artificial y protector solar incluso en paseos cortos. Esta desconexión con la luz natural está teniendo consecuencias silenciosas pero profundas en nuestra salud.
La ciencia lo confirma
En esta revisión científica (DOI: 10.3390/ijerph17145014, PMID: 32668607), un panel de 15 investigadores internacionales —como Cedric Garland, Prue Hart o Richard B. Weller— advierte que la exposición solar moderada y regular es una herramienta de prevención que estamos olvidando. Y el coste en salud pública es altísimo.
El mensaje del estudio es claro: no se trata de tomar el sol de forma irresponsable, sino de recuperar una exposición solar segura, regular y controlada, especialmente en personas con riesgo de hipovitaminosis D.
Recomendaciones básicas:
- Exponerse al sol de 10 a 20 minutos al día, sin protección solar, en cara, brazos o piernas (según fototipo), preferiblemente en horas seguras (antes de las 11:00 o después de las 17:00).
- Evitar quemaduras solares, que sí aumentan el riesgo de cáncere piel (no melanoma)
- Evaluar niveles de vitamina D en sangre (ideal entre 40-60 ng/mL).
- Suplementar si hay deficiencia, especialmente en personas con enfermedades crónicas, obesidad, piel oscura o en climas con poca radiación solar.
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Conclusión
No le tengas miedo al sol. Tenle miedo a la falta de él. Volver a conectar con la luz natural, con sensatez y ciencia, es uno de los pasos más simples y poderosos que puedes dar por tu salud.
Fuente
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