La soja ha sido un tema controvertido cuando hablamos de cáncer de mama. ¿Es segura la soja para las mujeres con cáncer de mama o podría influir negativamente debido a sus fitoestrógenos? Descubre la verdad respaldada por la ciencia🌱
Hay mucha incertidumbre alrededor de la soja y el cáncer de mama. Intentemos poner un poco de luz.
La soja es ampliamente usada en occidente ya sea en dietas vegetarianas como sustituto de la carne, o en cualquier tipo de dieta en forma de leche, nata, yogures, hamburguesas o en la dieta occidental en su forma fermentada como salsa de soja, miso o tempeh. También se usa como aditivo en muchos productos.
En prensa podemos encontrar mucha información en ocasiones contradictoria sobre soja y cáncer de mama
¿Por qué se dice que la soja puede aumentar el riesgo de cáncer de mama?
La soja contiene compuestos llamados isoflavonas, que se clasifican como estrógenos de la planta o fitoestrógenos. Los altos niveles de estrógeno en humanos se relacionan con un mayor riesgo de cáncer de mama. Los primeros estudios con animales vieron que altas cantidades de dos isoflavonas, genisteína y daidzeína, promovian el crecimiento del cáncer de mama. Los científicos saben ahora que los roedores y la mayoría de los otros animales de laboratorio metabolizan las isoflavonas de soja de manera diferente a los seres humanos. Y el consumo de soja no conduce a un aumento de los niveles de estrógenos en los humanos, al contrario de lo que ocurre en los roedores
¿Qué son los fitoestrógenos?
Los fitoestrógenos son compuestos vegetales similares al estrógeno, una hormona que puede estimular el crecimiento de ciertos tipos de cáncer de mama. Sin embargo, los fitoestrógenos de la soja no actúan igual que el estrógeno en el cuerpo humano.
La diferencia entre ratones y humanos 🐭👩
Muchos estudios iniciales sobre la soja y el cáncer se realizaron en ratones, los cuales metabolizan estos compuestos de forma distinta a los humanos. Mientras que los receptores de estrógeno en ratones pueden reaccionar más a los fitoestrógenos, en humanos, la evidencia sugiere que la soja puede comportarse de manera protectora en dosis moderadas. Así que, ¡atención a estudios en humanos para mejores respuestas!
Es la soja saludable
La soja generalmente se promociona como una alternativa saludable a las proteínas para las personas que prefieren no comer carne o que quieren incluir más alimentos vegetales en su dieta, principalmente porque tiene muchos fitoquímicos (compuestos que se encuentran en las plantas) relacionados con la salud. Entre estos fitoquímicos, se incluyen: inhibidores de la proteína quinasa, que ayudan a mantener el crecimiento y la actividad celular dentro de parámetros normales fitoesteroles y saponinas, que ayudan a regular el colesterol ácido fenólico y fitatos, que son antioxidantes. Los antioxidantes son compuestos que encuentran y neutralizan moléculas inestables llamadas radicales libres. Algunos radicales libres son subproductos naturales de los procesos celulares normales, pero otros se crean cuando el organismo se expone a toxinas, como el humo o la luz ultravioleta. Los radicales libres pueden dañar el ADN de las células, lo que puede causar mutaciones que pueden provocar cáncer y otras enfermedades. isoflavonas, que son fitoestrógenos débiles (compuestos similares al estrógeno que se encuentran en las plantas). Las principales isoflavonas de la soja son la genisteína y la daidzeína. Aunque las isoflavonas funcionan de forma similar al estrógeno, su efecto es mucho más débil. Las isoflavonas también son antioxidantes, y algunos estudios sugieren que pueden ofrecer cierta protección contra el cáncer, pero se necesita más investigación. La soja y el riesgo de tener cáncer de mama La conclusión es que comer soja no aumenta el riesgo de cáncer de mama. Algunos estudios antiguos mostraron que grandes dosis de isoflavonas estimulaban el crecimiento de las células del cáncer de mama en placas de Petri y en ratas, pero no se ha observado el mismo efecto en las personas, que metabolizan las isoflavonas de forma diferente. A algunas personas les preocupan los compuestos de la soja similares al estrógeno. Pero los fitoestrógenos no actúan exactamente como el estrógeno. 1 En algunos tejidos y personas, los fitoestrógenos pueden bloquear la acción del estrógeno. Si el bloqueo de estrógenos de la soja se produce en la mama, entonces comer soja podría, en teoría, reducir el riesgo de cáncer de mama, ya que el estrógeno estimula el crecimiento tanto de las células mamarias sanas como de las cancerosas. Los estudios realizados hasta ahora no han ofrecido una respuesta clara. Algunas investigaciones han demostrado que comer soja puede ayudar a reducir el riesgo de cáncer de mama, mientras que otras no muestran ninguna relación. 2 3 4 5 Parece que los efectos de la soja pueden variar según el estado menopáusico de la mujer, la edad a la que consume soja y el tipo de cáncer de mama. Las mujeres de ciertos países asiáticos parecen obtener más protección contra el cáncer de mama de la soja que las mujeres estadounidenses y europeas, pero esto puede deberse a la diferencia en la cantidad de soja que consumen las mujeres asiáticas. El Estudio sobre la salud de las mujeres de Shanghái siguió a más de 73.000 mujeres chinas durante más de siete años y ha sido el más amplio y detallado sobre la soja y el riesgo de cáncer de mama en una población que consume grandes cantidades de soja. 6 Los resultados mostraron que las mujeres que comían más soja tenían un riesgo 59 % menor de padecer cáncer de mama premenopáusico que las mujeres que comían las cantidades más bajas de soja. No hubo asociación entre el consumo de soja y el cáncer de mama posmenopáusico. Las mujeres que comían grandes cantidades de soja cuando eran adolescentes tenían un 43 % menos de riesgo de padecer cáncer de mama.
La soja y el riesgo de recurrencia del cáncer de mama
Comer soja tampoco parece aumentar el riesgo de recurrencia y, de hecho, puede disminuirlo.
Un estudio de 2024 en mujeres que estaban recibiendo tratamiento para el cáncer de mama o que tenían antecedentes de cáncer de mama arrojó que las isoflavonas de soja reducían el riesgo de recurrencia del cáncer de mama en mujeres posmenopáusicas y en mujeres diagnosticadas con cáncer de mama positivo para receptores de hormonas. Comer 60 miligramos de isoflavonas de soja al día parecía ofrecer la mayor reducción del riesgo. Aunque esta investigación es alentadora, es importante recordar que las isoflavonas de soja no son un tratamiento para el cáncer de mama. Se necesita más investigación para averiguar cuál es la cantidad ideal que se debe comer al día y si empezar a comer soja después de un diagnóstico de cáncer de mama tiene el mismo efecto que comerla como hábito de toda la vida antes del diagnóstico.
¿Qué dice la ciencia en humanos sobre la soja en cáncer de mama?
Estudios amplios en mujeres con cáncer de mama, como los publicados en Cancer (2017) y en American Journal of Clinical Nutrition (2009), muestran que un consumo moderado de soja (una o dos porciones al día) no solo es seguro, sino que podría incluso reducir el riesgo de recurrencia y mejorar la supervivencia. Los estudios sugieren que el consumo de alimentos de soja podría tener un efecto protector sin interferir con tratamientos hormonales comunes como el tamoxifeno.
¿Conclusión sobre el uso de la soja en cáncer de mama?
Lejos de ser perjudicial, consumir soja de manera moderada y en formas naturales (como tofu, tempeh, edamame) es seguro y potencialmente beneficioso para la salud de las mujeres con cáncer de mama. ¡La ciencia respalda esta decisión!
Es cierto que tanto humanos como ratones tienen receptores de estrógeno tipo alfa (ERα) y beta (ERβ). La diferencia clave, sin embargo, radica en cómo estos receptores responden a los fitoestrógenos de la soja y en la distribución de estos receptores en distintos tejidos. Aquí está el desglose:
1. Distribución de receptores:
• Aunque ambos, humanos y ratones, tienen ERα y ERβ, la proporción y distribución de estos receptores varía entre especies y entre tejidos. En ratones, se ha observado que ciertos tejidos presentan una mayor sensibilidad a la activación de estos receptores debido a diferencias en la expresión y densidad de ERα y ERβ en comparación con humanos. Esto puede hacer que los fitoestrógenos tengan efectos más marcados en ratones.
2. Metabolismo de fitoestrógenos:
• Los ratones metabolizan los fitoestrógenos de la soja de forma diferente a los humanos. En estudios, los ratones muestran una biodisponibilidad diferente de estos compuestos, lo que hace que las concentraciones de fitoestrógenos y su impacto en los receptores de estrógeno no se puedan extrapolar directamente a los humanos.
3. Afinidad por los receptores ERα y ERβ:
• Los fitoestrógenos de la soja, como la genisteína, tienen una mayor afinidad por el receptor ERβ. En humanos, esta afinidad parece dar lugar a efectos que se asocian con una acción protectora y reguladora en los tejidos mamarios. Los ratones, por su sensibilidad aumentada a los fitoestrógenos, pueden mostrar una activación de estos receptores que no se refleja de la misma manera en humanos.
4. Efectos diferenciados en cáncer de mama:
• En estudios en humanos, los fitoestrógenos de la soja se asocian con efectos de tipo antiestrogénico en presencia de niveles elevados de estrógenos naturales, actuando como reguladores de los receptores en lugar de activadores directos. En ratones, sin embargo, la respuesta a los fitoestrógenos puede ser más estrogénica, especialmente en modelos diseñados para estudiar la progresión del cáncer.
Esta diferencia ha llevado a la confusión inicial en los estudios sobre soja y cáncer de mama, ya que muchos experimentos en ratones sugerían un riesgo potencial que no se ha visto respaldado por estudios en humanos. Las investigaciones actuales en humanos muestran que la soja en cantidades moderadas es segura e incluso beneficiosa para reducir la recidiva y mejorar la supervivencia en casos de cáncer de mama.
¿Qué cantidad de soja al día se considera segura?
1 o 2 raciones, lo que equivale a 25mg de isoflavonas y 7 g de proteína
1 ración es el equivalente a
½ taza de tofu
½ taza tempeh
½ taza edamame
½ soja cocida
1 vaso leche de soja
1 yogurt de soja
1 cucharada miso
Si hay tanta controversia, ¿debo o no tomar soja?
Los alimentos derivados de la soja pueden ser una buena forma de obtener proteína de origen vegetal y calcio, además de fitoestógenos, fibra, potasio, magnesio, cobre y manganeso.
Yo os recomiendo tomar soja en su forma fermentada para añadir probióticos en vuestra alimentación en vez de tomar productos artificiales derivados de la soja como la leche o el yogur y lo haría 2, 3 veces por semana. También podéis tomar la soja en vaina en forma de edamame que está deliciosa y es un buen snack.
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